A un año de la implementación de la facturación electrónica, una de las grandes necesidades que vieron las empresas es un sistema rápido y económico. Para muchos el gran desafío fue entrar en el mundo tecnológico de una manera sencilla y con un bajo costo.
Cuando el 1 de enero de 2015 se implementó en Ecuador la factura electrónica, muchos pasos se debieron dar previamente para comenzar a estar a todo con las exigencias en esta modalidad online de facturación. Una de ellas fue la implementación de redes en las empresas para unificar todo el trabajo y hacer, de manera más eficiente, el contralor de todo lo necesario.
Este intercambio de la facturación de manera electrónica necesitaba que las empresas cuenten con todo un entorno virtual, que terminaría reemplazando al tradicional sistema de facturación a papel o manual por el envío de manera electrónica, mediante Internet, de la factura telemática.
Redes para su manejo
Este comprobante fiscal digital, factura electrónica o e-factura, debe de cumplir determinados requisitos legales y reglamentarios. Esto se busca para que al igual que las facturas de papel, tenga una autenticidad desde su origen y la integridad de su contenido.
Para ello es necesario una buena red, que no tenga inconvenientes para la realización de la facturación y su posterior envío mediante Internet. Allí, es donde la implementación de un red simple pero segura, hará la diferencia y no puede evitar tener inconvenientes más graves a futuro. Numerosas empresas públicas, privadas y de contribuyentes se han visto necesitadas de entrar en este nueva norma de la factura electrónica, donde el uso de una red para generar toda la información necesaria ha sido el costo más importante que han tenido que afrontar.
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